¡Alsacia es “so heimlich” (cálida, amistosa)! Impreso con una fuerte identidad, es una región donde se cultiva el arte de vivir, el sentido de la celebración y el compartir... El dialecto, el folclore y las tradiciones ancestrales hacen soñar a los visitantes pero sobre todo hacen latir más rápido el corazón de los alsacianos que están tan orgullosos. de su región y sus riquezas. 

¿Crees que es casualidad que Alsacia esté a la cabeza de las regiones más acogedoras de Francia o que sus pueblos estén etiquetados, premiados y premiados? No ! El amor que los alsacianos sienten por este rincón de Francia y que comparten con gusto atrae a visitantes de todos los países, curiosos por descubrir este territorio auténtico y preservado... donde uno puede sentirse rápidamente como en casa.

¡Participar en un festival de pueblo en Alsacia es una experiencia que no debe perderse bajo ninguna circunstancia! Entre los imprescindibles, no te pierdas el Schieweschlawe (lanzar discos de fuego) en Offwiller o las fiestas folklóricas de la Streissel hochzeit (ramo de boda) en Seebach o Pentecostés en Wissemburgo. Estos eventos, como tantos otros, destacan la diversidad y riqueza de la cultura alsaciana. 

Sabías ? ¡Hace un siglo, había casi tantos trajes alsacianos diferentes como pueblos!

Esta gran variedad estaba ligada en particular a la ubicación geográfica, el estatus de la mujer, la religión y la riqueza local, que codificaban las formas y los colores de la ropa.

Para aprender más sobre las tradiciones locales, visite el Casa Rural en el Extranjero en Kutzenhausen o el Casa de Offwiller en el pueblo del mismo nombre. Sumérgete en el pasado, descubriendo hábitos y costumbres alsacianas.

Del lado de la gastronomía las tradiciones no se quedan atrás: el alsaciano tiene gusto por las cosas buenas y aprecia especialmente los platos reconfortantes que se adhieren al cuerpo como el Baeckeofe, el chucrut, el pot-au-feu acompañado de rábano picante (para descubrir en Alélor en Mietesheim) o Coq au Riesling… ¡platos amigables que siempre se pueden disfrutar con los demás!

La tarta flambeada es otro elemento básico de las mesas alsacianas, siempre con el tema de la convivencia ya que se comparte en una mesa, acompañada de una buena copa de vino blanco (no olvide que la Ruta del Vino de Alsacia comienza en Cleebourg) o una taza de ¡cerveza!

Y para digerirlo todo, ¡el vasito de Schnapps (eau de vie) del que los mayores tienen el secreto, hará su efecto!

En cuanto a los postres, ¡el tradicional quetsche, las tartas de ciruelas mirabel o arándanos (especialidad del pueblo de Climbach y Dambach) están en todas las mesas en verano! 

Kougelhopf, Streussels y trenzas llenan los desayunos durante todo el año… y cuando se acerca la Navidad, Mannele y Bredele toman el relevo. Y no nos olvidemos del Bretzel que se ha convertido en el símbolo de Alsacia y cuyos secretos de elaboración podrá descubrir en la fábrica de pretzels en Gundershoffen.


Alsacia es la región de Francia con el mayor número de chefs con estrellas por habitante, ¡una buena razón para probar más! 

Por último, las fiestas y tradiciones populares a las que los alsacianos siguen estando particularmente unidos marcan el año, acompañados de los personajes emblemáticos Conejo de Pascua, San Nicolás, Hans Trapp, Christkindel y muchos más... ¡con los que puede encontrarse durante su visita!