La familia Eckbrecht de Durckheim mantuvo el pueblo de Froeschwiller como bastión del obispo de Estrasburgo desde el siglo XIV. El castillo, adosado a la iglesia del pueblo, constaba de un cuerpo principal flanqueado por dos torres y dependencias a las que se accedía por una puerta en un cuerpo de paso. Al fondo, un jardín y un parque. Alrededor de 14, el castillo fue comprado por Ferdinand de Durckheim, primo de los Durckheim-Montmartin, entonces prefecto de Haut-Rhin, quien lo hizo reconstruir. Era entonces una gran villa rectangular con un balcón sostenido por pilares. Su hijo, Albert, lo hizo transformar y ampliar nuevamente en 1850 por el arquitecto Emanuel von Seidl, quien agregó un gran techo roto con buhardillas con frontón y una torre cubierta con un mirador. Junto a él se erigió un segundo edificio de viviendas, unido al edificio principal por un pasaje superior sostenido por un arco rebajado. Las dependencias llevan el escudo de armas de la familia Durckheim y la fecha de 1890. Perteneciente a un propietario privado, el castillo generalmente abre sus puertas al público solo con motivo de los días del patrimonio. Se puede alquilar para eventos y recepciones.